segunda parte

Segunda etapa 

Despierto a las 5:30 y comparto ese momento que ahora me parece casi religioso en el que cada peregrino se prepara a su manera para afrontar el camino, que distinto siendo igual que lo vivido en la estación de Sarria, Tan solo unas horas antes, pero es que aquí el tiempo se mide de otra manera, el tiempo aquí quizás se torne como el de las libretas de los habitantes del pueblo por el que pasaba “El buscador” de Bucay en su camino a Kammir.

Mi paso ha cambiado, me siento cómodo aunque a la expectativa el objetivo es claro llegar a Melide completando una etapa de 32 Km, Llegamos, comimos de menú porque si bien es cierto que había ganas de pulpo no nos engañemos lo suyo es por la noche fresquito para disfrutar y para comer: comida, Un buen plato de pasta a la carbonara y un filete de ternera gallega como no podía ser de otra manera que estaba muy sabroso, que falta hacia. Ducha, masaje, estiramientos, agujas y para algunos afortunados siesta, y digo afortunados porque esas horas de sueño para algunos serian las únicas de las que esa noche podrían disfrutar.

Melide es un pueblo bonito con un pulpo maravilloso, y con unas fiestas maravillosas con una orquesta sensacional que tocan desde Francisco alegre hasta reloj no marques las horas, pero nada el reloj ni caso y la orquesta a lo suyo buscando al tiburón para hacerlo en la barbacoa y una vez cenados y con un sorbito de champán, el consabido cierre a las 4:45 con el tantas veces imitado pero nunca igualado, si querido lector lo has adivinado, Paquito el chocolatero.
A las 5:30, ritual maravilloso de inicio de marcha mientras que algunos peregrinos daban gracias a todos los miembros de la orquesta incluso de varias generaciones. Un café con leche en el bar de al lado con unos donuts, Sin apenas haber conseguido pegar ojo pero sonrientes nos encaminamos hacia Salceda.


Tercera etapa.

Tras poco mas de 25 Km llegamos a Salceda, si los últimos 5 Km de Gonzar fueron el infierno de Dante en la tierra, La casa de Don Santiago y familia  es el paraíso en la tierra, no solo por sus instalaciones ni por esa carne que prepara en esa parrilla con ese saber hacer que caracteriza a los maestros, ni porque cuando hablas con él te das cuentas que acabas de conocer a una persona excepcional a todos los niveles, ni por el trato…, no es por nada pero lo es por todo.
El día pasa y mientras pasa aprovecho para dar un paseo hasta la farmacia y comprar esparadrapo ancho porque las ampollas de los pies empiezan a ser un problema y a estas alturas el tema ya no es si llego que tengo claro que si, el tema es no lesionarme. Para conversar un rato y de paso dar buena cuenta de un blíster de jamón serrano que tenia Felipe compramos una barra y nos la comemos sentados en… supongo que una parada de bus a pie de carretera viendo como el día simplemente pasa y nosotros con él.

Tras una conversación con Don Santiago nos disuade de nuestra idea de pernoctar en el monte do gozo para al día siguiente ver amanecer y ya dirigirnos a terminar los últimos 5 Km hasta Santiago el sábado. Este nuevo cambio implicaba que la etapa de mañana seria la última y por tanto tendría que hacer los cerca de 30 Km que separaban Salceda de Santiago. Así la cosa estaba clara pronto al sobre que mañana a las 5:30 nos ponemos en marcha. Aunque la sonrisa de Don Santiago mientras nos decía, muy pronto queréis salir ya debería de habernos servido de aviso.

Efectivamente las 5:30 pasaron y alrededor de las 6:30 estaba yo “apuntando al halcón” cuando terminé me pasé por la cocina para deleitarme viendo como preparaban los desayunos del comedor, que abrían a las 7, con yogurt casero, mermelada casera, miel casera, en fin una delicia le pregunte si me podía hacer una café. Y no sé si el café de cowboy, como decía el , las agujas, el camino, los bastones de Nordic Walking (De lo que hare otra entrada)o vaya usted a saber que. Hizo que terminamos la etapa a un ritmo endemoniado(Para una persona de una cierta edad como le dijo el vendedor del 108 a Felipe, aunque yo aun sigo pensando que el dependiente de la tienda era mayor que Felipe y otro que en algún momento se convenció o se dejó convencer  de que no podía) llegando a oir frases del tipo:” Donde vais con tanta prisa que la misa no es hasta las 19:30”.

El resto supongo por lo que pude ver como la mayoría, aunque a nivel personal aun sigo rumiando no solo ese ultimo día sino todos , pedir el certificado, dejar las mochilas en consigna, ver, mirar, admirar, no solo la ciudad sino las caras de todos y cada uno de los peregrinos con los que te cruzas o te reencuentras  ver la misa con el botafumeiro, comer y como no podía ser de otra forma ver llover en Santiago  y en mi caso organizarme para volver porque el tren no tenia billetes y esta vez no se soluciono así que toco autobús Supra de alsa, que no los conocía y he de decir que están muy bien.

Es un poco como ese último sorbo que le das a tu copa de ron lo miras para poder apreciar esos brillos ámbar oscuro de un buen añejo, lo olfateas para, quizás, apreciar un suave olor a vainilla que nos indique que ha sido envejecido en roble blanco, lo paladeas disfrutando de ese sabor suave, sedoso incluso dulce pero con la consciencia de que la próxima copa el próximo sorbo ni tu ni el ron series los mismos y que por tanto este momento es único y solo existe ahora.

En alguna ocasión leí que el espíritu del camino es el saber llevar lo justo para el día a día, el no cargar la mochila a tope con cosas innecesarias que requieren de un esfuerzo añadido. El saber que con muy poco se puede hacer mucho y ser plenamente feliz esa es una de las lecciones que el camino te enseña.

Ultreia y recuerda el limite lo pones tu.

Un abrazo


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